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BREVE HISTORIA DE ATENAS

 

Según Tucídides, el gran historiador griego, “a causa de la pobreza del suelo… el Ática ha estado siempre habitada por gente de la misma raza” (Historia de la guerra del Peloponeso 1,2). Esto explica que en la antigüedad estuviera muy preocupada por el abastecimiento.

 

Se atribuye a Cécrope, de origen egipcio, ser el primer rey de la región Ática y fundador de Atenas. Hacia el siglo X a. C. sus habitantes se agruparon en doce ciudades y desde el principio Atenas ostentó la supremacía sobre el resto de las polis. La unificación de las doce bajo el control de Atenas se atribuye a Teseo.

 

Tras la unificación se estableció la fiesta de las Panateneas, en honor a la diosa de Atenas.

Parte del monumento a los caídos británicos, australianos y neozelandeses durante la II Guerra Mundial. B. Farileas en 1952. Parque de Ares

 

Durante el período bizantino entró en una decadencia que se acentuó con el dominio otomano.

 

En 1834, fue proclamada capital del Estado griego independiente.

 

Ya en el siglo XX la población creció rápidamente debido a las oleadas de refugiados tras el desastre de Asia Menor y al éxodo rural

 

LA EDAD ANTIGUA

 

La primera organización política de Atenas fue la monarquía, cuyo monarca dirigía los asuntos políticos y militares y estaba asistido por el Areópago, un tribunal de nobles con amplios poderes especialmente relacionados con la justicia.

 

Hacia el siglo VIII la monarquía fue sustituida por un arcontado perpetuo, una especie de monarquía electiva, organizado por la oligarquía y formado por nueve miembros elegidos cada año por los eupátridas, los descendientes de los nobles que conquistaron la región Ática.

 

Los abusos de poder de los nobles produjeron el descontento del pueblo y tuvieron que hacer concesiones, y la primera fue la de escribir las leyes y encargar a uno de sus ciudadanos, Dracón, que redactara un código. Era el año 621 a.C.

 

A Dracón le sustituyó Solón, uno de los siete sabios de Grecia, famoso por su honestidad y patriotismo, quien hizo nuevas concesiones a las clases populares, siendo el germen de la primera democracia sobre la tierra.

 

 

Solón, que fue nombrado arconte en el 594, realizó grandes reformas: aligeró a los campesinos de sus deudas; limitó el derecho de vida y muerte del padre de familia; dividió a la población en cuatro grupos según su riqueza y, por tanto, de su capacidad para participar en la guerra; creó la Bulé, o consejo formado por 400 miembros, la Ecclesía, o asamblea de los ciudadanos, e instituyó el tribunal popular de la Helié.

 

 

 

El descontento popular por la distribución de tierras, llegó al poder el tirano Pisístrato que enriqueció Atenas durante su tiranía y le sucedieron sus hijos lo que fue motivo de nuevas revueltas.

 

 

 

La democracia comenzó con Clístenes, en el 510 a.C.  Éste concedió la ciudadanía a todos los hombres libres y dio a Atenas su organización política definitiva: Reorganizó la Bulé que pasó a tener 500 miembros que representaban a las diez tribus de Atenas, el Areópago, que pasó a tener tres miembros, y el Arcontado, a diez. La Ecclesía aumentó considerablemente al integrar a los metecos, extranjeros domiciliados en la ciudad, y a los libertos. Finalmente, creó de la figura del “ostracismo”, poder de la Ecclesia para desterrar durante un cierto tiempo a un ciudadano que considerase peligroso para la democracia. Así., cada ciudadano emitía un voto secreto en el óstracon (pedazo de vasija) en el que figuraba el nombre del ciudadano al que querían desterrar. El exiliado no perdía la ciudadanía y podía ser perdonado en una nueva votación de la Asamblea.

 

 

 

Tras las guerras médicas con los persas -499 al  449 a. C-  y las victoriosas batallas de Atenas sobre ellos, Maratón y Salamina, Atenas se convirtió en la ciudad que lideró a los griegos, fundó y dirigió la Liga de Delos, una alianza militar cuyo objetivo era tener preparada la defensa.

 

 

 

Pericles (495-429 a.C.) cambió Atenas. Su población llegó a 250.000 habitantes, dio un gran impulso a la democracia, se rodeó de artistas y escritores que exaltaban el esplendor de Atenas, reconstruyó la Acrópolis, destruida por Jerjes, mandó construir el templo de Niké y el Erecteion y el Partenón, símbolo de Atenas, con el dinero aportado por los aliados a la Liga de Delos, y las ciencias recibieron un gran impulso.

 

 

 

El siglo terminó con la guerra del Peloponeso (431–404 a.C.), que enfrentó a todas las ciudades-estado griegas, y perdió Atenas. El mismo Pericles murió a en el transcurso de ella a causa de la peste.

 

 

 

 

Esparta pactó con los persas la cesión de las ciudades de la Jonia a cambio de disponer de su armada, y con este poder marítimo aniquilaron a los atenienses en el año 405 en la Batalla de Egospótamos. Como consecuencia, Esparta impuso a Atenas un comité aristocrático, el gobierno de los "Treinta Tiranos".

 

 

 

A partir del siglo IV Atenas entra en una crisis que la llevará a la decadencia social, cultural y política. En el 338 a.C. Atenas fue derrotada en la batalla de Queronea por Filipo de Macedonia y perdió definitivamente su independencia.

 

 

 

Durante el periodo helenístico Atenas fue el principal foco de las artes y las ciencias.

 

 

 

En el año 146 a.C. los romanos incorporaron Atenas a su imperio y en el año 88 Atenas, en unión de Mitrídates, rey del Ponto, se sublevó contra Roma. Los romanos, bajo las órdenes de Sila, saquearon la ciudad en el año 86, destruyeron monumentos y organizaron una gran matanza.

 

 

 

Unida a Roma sufrió la invasión de los bárbaros. Primero los godos en el 253, luego los Hérulos en el 267 y, por fin, los visigodos de Alarico en el 396.

 

 

 

Desde el año 395 pasó a formar parte del Imperio Romano de Oriente.

 

 

 

En el año 529 Justiniano ordenó cerrar las escuelas filosóficas de Atenas y los templos fueron transformados en iglesias. Atenas se había convertido en el centro de la rebelión pagana contra el cristianismo y en ella se instaló Juliano el Apostata. 

 

 

 

LA EDAD MEDIA

 

 

 

 

Durante la Edad Media fue una pequeña ciudad sin importancia. En 1147 fue nuevamente saqueada por los normandos de Sicilia y tras la toma de Constantinopla por los Cruzados, en 1205, se convirtió en capital del Ducado de Atenas.

Palabras de Pedro IV de Aragón. Ampliar 

 

 

 

En 1311 los almogávares tomaron la ciudad. A Pedro IV, que visitó la ciudad, de Aragón le reconocieron como rey en 1379 y, en el 1382, pasó a la Corona de Aragón. En 1388 volvió al dominio de Bizancio.

 

 

 

Entre los siglos XIII y XV la ciudad cambió de manos varias veces hasta que, en 1456 fue ocupada por los turcos de Mohmed II y sus iglesias fueron convertidas en mezquitas. Éste visitó la ciudad en 1458 y ante la belleza de los edificios “El Islam tiene pendiente una deuda con el hijo de Turakhán” –el conquistador de Atenas-. Lástima que sus sucesores no pensaran igual.

 

 

 

LA EDAD MODERNA

 

 

 

 

 

En 1687, durante la guerra turco-venenciana pasó a manos de éstos. Durante su intento de ocupación el jefe veneciano, Morosini, bombardeó la Acrópolis y se produjo la explosión de un polvorín turco que destruyó el Partenón. Un año después, Atenas volvió al dominio turco.

 

 

 

LA EDAD CONTEMPORANEA

 

 

 

En 1821, durante la Guerra de la Independencia griega, Atenas fue saqueada.

 

 

 

En 1832 se creó un protectorado por las potencias occidentales y se proclamó rey de Grecia a Otón, hijo de Luis de Baviera. El 18 de septiembre de 1835 Atenas se convirtió en la capital del reino de Grecia y durante su reinado se cambió el perfil de la ciudad con múltiples edificios públicos.

 

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En 1912 Eleftherios Vénizelos quiso recuperar los territorios de la Grecia antigua, pero un general emergente en Turquía, Kemal Ataturk, con la ayuda de los países europeos acabó con el sueño helénico.

 

 

 

Tras fracasar la aventura, más de un millón de refugiados griegos procedentes de Turquía tuvieron que trasladarse a Grecia, la mayoría a Atenas, lo que ocasionó un crecimiento desmesurado y desordenado.

 

 

 

El 25 de marzo de 1924, después de una convulsa historia, se proclamó la República y en 1936 llegó al poder el dictador Metaxas.

 

 

 

Durante la Segunda Guerra Mundial Grecia se declaró neutral. A pesar de ello, fue invadida por las tropas italianas, a las que los griegos derrotaron. Poco después las tropas nazis acabaron con la resistencia griega.

 

 

 

Tras la guerra, una nueva oleada de inmigrantes llegó a Atenas desde las zonas rurales e islas, lo que produjo un nuevo crecimiento rápido y caótico.

 

 

 

En 1948 se inició la Guerra Civil griega, en la que la derecha, ayudada por americanos e ingleses, resultó triunfadora.

 

 

 

En 1967 se produjo el Golpe de Estado de los Coroneles que duró hasta 1974.

 

 

 

En 1981 pasó a formar parte de la Unión Europea y en 2001 se convirtió en miembro del euro. La incorporación a la Unión Europea y los Juegos Olímpicos de 2004 impulsaron grandes obras de infraestructura.

 

 

 

Actualmente la ciudad es el centro político, económico y cultural de Grecia, y un destino turístico de gran importancia internacional.

 

 

 

No se puede terminar, aunque sea una esta brevísima historia sin citar, al menos, a dos clásicos. Tucídides en el  Discurso fúnebre de Pericles (libro II, 35 y ss) en el entierro de los primeros muertos en la guerra del Peloponeso, dice: “Amamos la belleza sin blandura (con moderación). Nuestra ciudad es motivo de admiración para propios y extraños. Nos admirarán las generaciones futuras tanto como nos admiran las generaciones presentes”, y Pausanias, sobre la Acrópolis, dir á “Estos monumentos tienen un hálito de eterna juventud que no envejece”.