Pedro Álvarez de Frutos

 

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TRES NOTICIAS Y UNA DECEPCIÓN

 

PRIMERA. El dinero del rescate para los bancos, 37.000 millones de euros, finalmente, llegó. Es aquel dinero que el presidente del Gobierno llamó “línea de crédito ventajosa”. Y nada más llegar, conocemos algunas de aquellas “ventajas”: Bankia, que recibirá 17.900 millones de euros de dinero público, despedirá 5.000 empleados con una indemnización de 22 días por año trabajado con un tope máximo de 14 meses, y los que continúen en la entidad verán disminuidos sus salarios entre un 40 y un 50%. A éstos despidos se pueden sumar otros 1.000 por la venta de algunos de sus negocios colaterales. Pues bien, estas “ventajas”, se suman a la ya conocida de las cuantiosas pérdidas de los propietarios de preferentes y deuda subordinada colocadas, en buena parte, entre inversores que se sienten engañados.

 

Aún hay más, junto a Bankia estarán Novagalicia, que despedirá a 2.500 empleados, Caja3 y Banco de Valencia.

 

Los gestores, que hundieron estas cajas y sus Consejos de Administración aún siguen indemnes.

 

SEGUNDA. Todo indica, y cada día hay más instituciones que lo reconocen, que no cumpliremos con el objetivo de déficit. Es decir, que a pesar de no dar la paga extra de Navidad a los funcionarios, de los recortes en educación, sanidad y servicios sociales, de no dar la paga a los jubilados y pensionistas por la desviación al alza del IPC previsto y de no revalorizar sus pensiones, no cumpliremos con el objetivo de déficit.

 

 ¿Cómo es posible? Porque si el paro se incrementa y los saliros bajan no hay consumo y sin consumo no se incrementa la producción y si no hay ni lo uno ni lo otro la recaudación por impuestos disminuye y, por tanto, el déficit no disminuye o se incrementa. A todo esto hay que sumar que el número de afiliados a la Seguridad Social desciende, lo que dificulta aún más llegar al déficit previsto.

 

¿Es una sorpresa? No, o al menos no debería de serlo, porque la secuencia arriba descrita es de sobra conocida, pero parece que al Gobierno le coge de nuevas. ¿Incompetencia, maldad intrínseca? No lo puedo asegurar, pero la población que no creó la crisis la viene pagando desde hace tiempo.

 

TERCERA. El conocido arquitecto Santiago Calatrava ha decidido trasladar su sociedad familiar, que controla una cartera de inversiones a largo plazo de 31,7 millones de euros, desde Madrid a Zurich.

 

Por supuesto, está en su derecho de contribuir con sus impuestos donde crea oportuno, pero no deja de sorprender que tras haber realizado numerosas obras en España, muchas de ellas polémicas, y haber sido reiteradamente premiado aquí, además de ser nombrado Embajador Honorario de la Marca España en 2011,  sea uno de los, al parecer, muchos ¿españoles? que sacan su dinero de España.

 

Lo primero que llama la atención es el buen ojo que tiene quien elige a estos embajadores y, en segundo lugar surge una pregunta: ¿Cuántos “españoles” ilustres tienen sus fortunas fuera de España, pero reciben premios aquí e, incluso, nos representan en acontecimientos internacionales?

 

Hacienda haría un gran favor al país publicando esa lista para que pudiéramos admirar a nuestros ídolos en su justa medida.

 

UNA DECEPCIÓN. Por si todo esto no fuera suficiente, también hemos sabido que la Administración vuelve a acumular impagos.

 

El Ministerio de Hacienda puso en marcha, en este año, un plan de pago a proveedores con dos objetivos: conocer el volumen de facturas impagadas por ayuntamientos y comunidades autónomas y poner a cero su deuda comercial. Además, se pretendía frenar, en la medida de lo posible, la destrucción de empleo y el cierre de empresas como consecuencia de la deuda de las administraciones con autónomos.

 

Afloraron deudas por valor de 9.263 millones en el caso de los ayuntamientos y 17.718 millones en el de las comunidades autónomas, es decir, una cantidad cercana a los 27.000 millones.

 

Como el Instituto de Crédito Oficial, en colaboración con otras entidades financieras, logró captar recursos por valor de 35.000 millones, el Ministerio de Hacienda llegó a pensar en ampliar el plan a universidades u hospitales públicos que hubieran acumulado facturas impagadas.

 

Pues bien, la Administración vuelve a acumular impagos, es decir, seguimos donde estábamos.

 

Contacto: pedroalvarez.name@hotmail.es