MUCHOS APLAUSOS Y POCA REFLEXIÓN
Congreso y Senado dedican sesiones al control de la
acción del Gobierno. En estas y otras de comisión y pleno los grupos
parlamentarios expresan la voluntad política de los partidos que, mediante
su oferta ideológica, actúan entre la sociedad y el Gobierno representando
los intereses de los grupos sociales a los que se dirigen.
Traigo ahora la pregunta que el diputado Bustinduy
dirigió al ministro de Exteriores en la sesión del 21 de diciembre de 2016
y la contestación del ministro, aunque para la cuestión que trato hay
muchísimos ejemplos en los diarios de sesiones. Ambos fueron aplaudidos
repetidamente.
El diputado hizo estas preguntas: "¿Dispone su
ministerio de información fiable sobre estas personas que han tenido que
abandonar el país? ¿Tiene su ministerio previsto poner en marcha servicios
especialmente orientados a los jóvenes para ayudarles en su vida en el
extranjero y favorecer su retorno a casa?" Su argumentación, que coincide
con la información de la Web Marea Granate - Red trasnacional de emigrantes del Estado español, mantuvo que desde que empezó la crisis
cientos de miles de compatriotas tuvieron que abandonar el país para buscar
fuera las oportunidades que no encontraon en aquí y aportó datos del INI
según los cuales el pasado año 11.182 españoles se fueron al Reino Unido,
pero la Seguridad Social británica dio de alta a más de 50.000 españoles,
responsabilizó de esta situación a las políticas de austeridad del gobierno
anterior, estimó bochornoso dar de baja automáticamente en el sistema
sanitario español a quienes pasan más de noventa días fuera del país,
denunció las dificultades para ejercer el voto rogado, que ha arrebatado a
los jóvenes emigrados su derecho fundamental a ejercer el voto y que consulados
y embajadas no presten ninguna ayuda en materia de asesoría laboral para
que no se violen los derechos de nuestros compatriotas que están fuera.
El ministro contestó que tenemos una red de embajadas
y consulados dirigida a apoyar a todos los españoles en el extranjero, en
particular a los jóvenes, y prestarles servicios de toda índole, que
enumeró, y negó que se hubiera expulsado a nadie.
Nada sorprende. La oposición destaca las situaciones
en las que, según su opinión, el gobierno no cumple adecuadamente con los
ciudadanos y el ministro contesta diciendo todo lo contrario, pero echamos
de menos alguna reflexión sobre los problemas señalados por el diputado.
¿Es cierta esa diferencia de datos entre el INI y la Seguridad Social
británica? Si no es cierta, ¿cómo se explica? Si lo es, ¿por qué existe? ¿Es
real que el sistema sanitario español da de baja automáticamente a quienes
pasan más de noventa días fuera del país? Si lo es, ¿el gobierno está de
acuerdo en mantener esta situación? Si no está de acuerdo, ¿Cuándo piensa
cambiarlo? Similares preguntas cabe hacer respecto del voto rogado.
El ministro, además, analizó las motivaciones que tienen
aquellos que "salen fuera", y fue su opinión que lo hacen
mostrando "una iniciativa, una inquietud, una amplitud de miras, una
adaptabilidad y una apertura a nuevos horizontes". ¡Cuánta razón tiene
el ministro! Todas esas actitudes son necesarias si quieres emprender con
éxito una vida fuera de tu país, pero ¿todos aquellos que han salido de
España lo hicieron por iniciativa propia? ¿Lo hicieron por el "impulso
aventurero de la juventud", según expresión de la
secretaria general de Inmigración y Emigración en noviembre de 2012? La
respuesta es no y, además, la pregunta no se refería a estos sino a quienes
tuvieron que marchar a otros países porque no encontraron trabajo o no lo encontraron
de acuerdo con su preparación.
La emigración de estos miles de jóvenes plantea
problemas de importancia capital a los propios jóvenes, a sus familias y a España,
y crea un importante problema demográfico y económico. Se van los jóvenes y
su capacidad reproductora. Con ellos se va toda la inversión en tiempo y
dinero que hicieron sus familias y el Estado. Se va parte de la
productividad que necesitamos para salir de la crisis. Se pierden sus
aportaciones a la Seguridad Social de todos y al Sistema de pensiones de de
sus padres. Con ellos, en definitiva, se va el futuro de todos.
Efectivamente, salir fuera "enriquece" a la
persona, como dijo el ministro, y al país que te recibe, pero si no hay
retorno el enriquecimiento es personal, queda en otro país y empobrece al
país del que se parte, añado yo, y este era el núcleo de la pregunta del
diputado ¿Tiene su ministerio previsto poner en marcha servicios
especialmente orientados a ... favorecer su retorno a casa? Nada se contestó
a esto.
Los partidos políticos representan intereses de los
grupos sociales y el Parlamento no está para hacer discursos que aplaudan los
correligionarios, está para reflexionar sobre los problemas y para que fruto
de esa reflexión se tomen medidas que mejoren la vida de los ciudadanos. En
este caso, y repito como este hay muchos, esto no sucedió.
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