ASÍ ES BUENA PARTE DEL PP

Primero fue la señora diputada Andrea Fabra, hija del “insigne” Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón, quien ante las protestas de los diputados del PSOE por los recortes del presidente Rajoy a los parados gritó desde su escaño “que se jodan”. ¿A quién se refería? Obviamente a los parados, porque si se hubiera dirigido a los diputados del PSOE, como ella intentó justificar en su descargo, hubiera utilizado el pronombre “os”. El pronombre “se” se utiliza para terceras personas y como ella miraba a los diputados del PSOE, segundas personas, el “se” sólo puede referirse a terceras, es decir, a los parados.

Después, la diputada del PP valenciano, Pilar Sol, quien durante una intervención en la comisión de política social del Parlamento valenciano, a tenor de la renta de ciudadanía garantizada por el Gobierno de Valencia para la inserción sociolaboral, generalizó al decir que "Hay casos de familias que efectivamente estaban en situaciones de necesidad y que a lo mejor luego se compraban una televisión de plasma, o utilizaban el dinero [de ayudas públicas] en otras cosas no tan apropiadas".

Ahora, doña Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz, al hablar de las redes sociales manifestó que: “Hay gente que ha venido al Ayuntamiento a pedir ayuda social para comer y resulta que tiene una cuenta en twitter, y que sepa yo, eso cuesta dinero”, y después, en la rectificación manifestó que se refería al coste de Internet.

Tres perlas de dirigentes del PP. Y es que ya se sabe. Si alguien defrauda en abundancia son los parados; si hay algún tunante por naturaleza son los funcionarios en sus diversos aspectos, los de oficina que no hacen sino tomar café, los profesores que no piensan mas que en sus vacaciones y los médicos que únicamente atienden a sus consultas privadas: los trabajadores en general que no tienen mas que “privilegios” como esos abusones con contrato indefinido; las personas dependientes y sus familiares que hacen lo que sea con tal de cobrar la ayuda, por eso se las han rebajado.

Estos son los que hunden el país, no las malas prácticas de los bancos o las mordidas de “los bárcenas” o la deuda de los equipos fútbol con Hacienda y la Seguridad Social o las trampas en la contratación de trabajadores o los pagos en negro. Esto y otras prácticas similares son fruslerías.