Pedro Álvarez de Frutos

 

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DE MALOS Y BUENOS ALUMNOS EUROPEOS I

 

Será por deformación profesional pero estas reuniones del Consejo Europeo, es decir, de los Jefes de Estado y de Gobierno de los veintisiete países de la UE, cada día las veo más parecidas a los grupos escolares porque, en ese grupo, se dan casi todos los caracteres típicos de ellos.

 

Los señores Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, y Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, respectivamente, a pesar de sus engolados títulos son como el delegado y el subdelegado de clase; los pusieron ahí porque no había otros que se dejaran nombrar, y entre tanto los verdaderos líderes europeos, es decir, de la clase, si es que los hay en este momento en Europa, se dedican a sus asuntos.

 

Como en toda clase, en el Consejo Europeo están los alumnos cumplidores que aprueban todo, tienen buenas notas y lideran el grupo. Corresponde ese papel a los representantes de los países del norte de Europa, que tienen sus economías saneadas, sus datos macroeconómicos por encima de la media y sus sociedades no sufren la crisis o lo hacen en muy pequeña medida. Estos siguen al líder sin problemas.

 

El líder se posiciona siempre junto a estos buenos alumnos-países, se comporta como gallo en su muladar, decide qué se hace en los recreos y dónde se va el fin de semana. Corresponde este papel a doña Ángela Merkel, que es la alumna más aventajada  y líder del grupo de países ajenos a la crisis, toma sus propias decisiones, las impone al Consejo y a la Comisión, para eso dejó que los señores Barroso y Van Rompuy estuvieran donde están  e, incluso, se permite no cumplir con los acuerdos que la clase-reunión anterior tomó, como acaba de pasar en la última reunión del día 18. Ahora España se tendrá que hacerse cargo de los llamados activos tóxicos, es decir, el ladrillo de los bancos, en el llamado banco malo, pese a que de la cumbre del pasado junio se quedó exactamente lo contrario, y los dineros del rescate bancario, cuando lleguen, que ya tardan, irán al déficit del Estado. Privilegios del líder.

 

Y, finalmente, están los malos alumnos, los que suspenden, es decir los países del sur de Europa, con la excepción de la muy católica Irlanda y antes de Islandia, que no pertenece a la Unión y fue capaz de llevar a juicio a su presidente por la mala gestión de la crisis.

 

A este último grupo pertenece, desgraciadamente, España.

 

Contacto: pedroalvarez.name@hotmail.es