MUERTE DE SÓCRATES |
|
|
|
||
|
|
||||
Él paseó, y
cuando dijo que le pesaban las piernas, se tendió boca arriba, pues así se lo
había aconsejado el individuo. Y al mismo tiempo el que le había dado el
veneno lo examinaba cogiéndole de rato en rato los pies y las piernas, y
luego, apretándole con fuerza el pie, le preguntó si lo sentía, y él dijo que
no. Y después de esto hizo lo mismo con sus pantorrillas, y ascendiendo de
este modo nos dijo que se iba quedando frío y rígido. Mientras lo tanteaba
nos dijo que, cuando eso le llegara al corazón, entonces se extinguiría. |
La muerte de Sócrates. Óleo de Jacques-Louis David de 1787. |
||||
Este fue el fin, Equécrates, que tuvo nuestro amigo, el mejor hombre, podemos decir nosotros, de los que entonces conocimos, y, en modo muy destacado, el más inteligente y el más justo. Fedón 117e-118c |
|||||